Fueron plantados 30 Sauces criollos en la ribera del arroyo Cildáñez, en un espacio que fue despejado de especies exóticas como el Ricino y el Arce.
Parece una plantación más, pero no lo es. El sauce criollo (Salix humboldtiana) era en el pasado una de las especies más abundantes en los márgenes de los arroyos que desaguaban en el Riachuelo y el Río de la Plata. La modificación humana de estos ambientes y el uso de su madera como combustible diezmó sus poblaciones. Sumado a esto, la proliferación de sauces exóticos traídos de otras partes del mundo (sauce eléctrico, sauce mimbre, sauce llorón, etc) desplazó al sauce criollo y generó, además, múltiples hibridaciones que dieron lugar a sauces con genética mixta. Tal es así que resulta muy difícil encontrar hoy relictos de Sauce criollo puro. Esta es una de las principales razones por la cuales esta plantación es tan importante.
Los sauces plantados fueron producidos en el vivero de especies nativas de la Agencia de Protección Ambiental a partir de semillas de plantas madres no hibridadas. Para confirmarlo se analizaron las estructuras de las plantas al microscopio y se consultaron especialistas.
“Esta certeza nos permite avanzar, por fin, en la reintroducción en la reserva de una especie fundamental para los ambientes riparios de la cuenca del Matanza-Riachuelo”, expresaron los responsables de la plantación.
